Ella

Ella se ve distinta. Por alguna razon que no alcanzo a comprender, no es la misma. No sé si será mi oscuro resentimiento que me obliga a ver a alguien diferente a quien me acostumbré (o idealicé).No se si sera el brillo de una renovada autoestima que la lleva a ser superior a mi y por lo tanto inalcanzable. Es extraño, porque ya no está esa sensación ultraterrena y terriblemente gay que acompañaba cada uno de sus movimientos, que hacia que todo estuviera bien. Se perdió el halo de felicidad que la envolvía.Pero a pesar de eso parece estar más feliz. Quizás no es su ego el que brilla, si no que el mio que destiñe.